¿Cómo controlar tu estado de ánimo? 5 consejos para hacerlo
El cuerpo humano tiembla para resguardarse del frío, se acalambra para moverse o suda para refrescarse.
También tiene la capacidad de sentir emociones que pueden cambiar el
estado de ánimo, pues es la manera en la cual encuentra caminos para regresar al equilibrio y sentirse mejor
[1].
Ten en cuenta que el cuerpo está perfectamente diseñado para autoprotegerse física y emocionalmente. Sin embargo, cuidarlo es de suma importancia para controlar tu
estado de ánimo.
Tenemos cinco consejos que te pueden ayudar a mejorar tu
salud y bienestar.
¡Exprésate!
Cuando exteriorizas lo que sientes le das una herramientas tus pensamientos para organizar ideas, observarlas en perspectiva y descargarte.
Esto es positivo para tu
estado de ánimo, pues los sentimientos no solo liberan su peso, sino que además toman nuevas formas
[2].
Expresarte no se refiere únicamente a hablar, puedes elegir lo que mejor te funcione como descarga personal: escribir, pintar, bailar, cantar, meditar, cocinar, practicar un deporte, entre otros.
Permite a tu estado de ánimo fluir
Las emociones son mensajeras: no les juzgues, escúchalas. La alegría, el enojo, el miedo y la tristeza tienen una función especial en tu crecimiento personal; evitarlas puede agudizar
estados de ánimo que no te generen bienestar
[3].
Según Verónica Reyes
[4], psicóloga clínica, cuando fluyes con ellas, puedes identificar posibles cambios que contribuyen a tener una mejor salud mental.
Una buena idea es la
meditación: el silencio y la respiración son grandes aliados para entender emociones.
Cuida tu alimentación
Eres un organismo: la salud mental y la salud física funcionan como una totalidad. Lo que está relacionado con nuestra salud mental pasa a través de nuestro cuerpo e igualmente, la salud física impacta a lo mental.
Dormir, hacer ejercicio y alimentarte a consciencia pueden ser determinantes a la hora de controlar el
estado de ánimo[5].
De acuerdo con Eliana Reyes, nutrióloga de la Asociación Chilena de Nutrición Clínica, existen nutrientes esenciales para el cerebro, cuya presencia o déficit puede favorecer un buen estado de ánimo.
Por ejemplo, los ácidos grasos omega 3, el magnesio, el calcio, la fibra y las vitaminas B1, B9, B12, D y E
[6].
Además, una investigación de la Universidad de Binghamton observó que el exceso de grasa podría favorecer estados de angustia o depresión, mientras que alimentos ricos en antioxidantes y vitaminas podrían promover una buena salud mental.
Lo importante es mantener una dieta balanceada en la que estén presentes vitaminas y minerales necesarios para el buen funcionamiento y
cuidado del cuerpo[7].
Hacer ejercicio es ejercitar tu estado de ánimo
Del ejercicio puedes obtener beneficios a nivel psicológico y emocional que influirán en tu
estado de ánimo.
Puedes mejorar tu autoestima, aumentar la autoconfianza, compensar el exceso de tensión y estrés o disminuir estados depresivos y de ansiedad
[8].
Lo anterior se da porque las endorfinas, que se encargan de conectar las neuronas del sistema nervioso y que son transmisoras de placer y felicidad, se activan cuando haces ejercicio.
Así, el
estado de ánimo mejora: las endorfinas se convierten en las encargadas de unir cuerpo y mente
[9].
Agrega una novedad a tu vida
Solemos convertir nuestros días en rutinas sin descanso ni excepciones, lo cual puede llevar a sentirnos en un círculo sin salida o a tener la percepción de que no avanzamos.
Al agregar novedad a tus días le permites a tu
estado de ánimo explorar nuevas sensaciones, descansar de lo habitual y sentir bienestar
[10].
Es una buena idea conocer lugares, probar nuevos alimentos, hacer nuevas rutinas, entre otras. En general, cualquier actividad que no hagas con frecuencia y que te permita disfrutar de tu presente.
Ten en cuenta que pequeños cambios en la rutina pueden ayudar a controlar tu
estado de ánimo sin darte cuenta
[11]. Como puedes ver, es momento de arriesgarte y atraer nuevas experiencias a tu vida.