5 hábitos de alimentación de origen vegetal que puedes incorporar a tu rutina

5 Hábitos de alimentación vegetal

Contenido

5 hábitos de alimentación de origen vegetal que puedes incorporar a tu rutina

“Somos lo que comemos”

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…sentencia una famosa frase que tiene todo de cierto.

Cuando llevamos una alimentación balanceada, gozamos de una buena salud física y mental.

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Y es que tener buenos hábitos de alimentación ayuda a disminuir la probabilidad de adquirir enfermedades crónicas, nuestro sistema inmune se fortalece y obtenemos todos los nutrientes que necesita nuestro cuerpo para funcionar como debe (Red Papaz, 2018).

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Entonces, comer bien no solo es una tendencia o moda del momento, es una necesidad y la mejor forma de aumentar el nivel de calidad de vida (Delgado & Clavijo, 2017).


Si quieres saber cómo alimentarte mejor, a continuación te presentamos 5 hábitos de alimentación con una dieta de origen vegetal que puedes incorporar fácilmente en tu rutina diaria.

Hábitos de alimentación de origen vegetal para tu dieta

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1. Elige alimentos frescos

Aunque hay vegetales que vienen enlatados, es mejor preferir siempre los alimentos frescos.

Para una buena dieta vegana, vegetariana o flexitariana, es importante ser consciente de que los alimentos enlatados no tienen las mismas propiedades que los vegetales frescos (Pimentel, s.f.).

A estos se les ponen aditivos para alargar su vida útil por meses y hasta años.

Algunos contienen sustancias como el glutamato monosódico, que puede causar dolores de cabeza, náuseas, mareos y debilidad (Pimentel, s.f.).

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2. Siempre incluye vegetales de hojas verdes

Los vegetales de hojas verdes son fuente de carbohidratos complejos, fibra, proteínas y grasas saludables.

Además, aportan un gran número de antioxidantes, ácido fólico, magnesio, calcio, hierro, potasio y vitaminas A, C y K.

Esta combinación de nutrientes tiene múltiples beneficios para la salud; pues pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas, reducir el deterioro cognitivo y proteger los huesos, entre otros (Dolson, 2020).

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3. Come una fruta todos los días, uno de los hábitos de alimentación más sencillos de incorporar

Aunque parezca obvio, no lo es para muchos. Otro de los buenos hábitos de alimentación de una dieta vegetariana es el consumo de frutas todos los días.


Hacer esto puede contribuir a reducir la presión arterial y los niveles de colesterol.


También puede fortalecer el sistema inmune y, al ser bajas en calorías, puede ayudar a mantener un peso balanceado, entre otros beneficios (Jiménez, 2019).

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4. Cocina legumbres con frecuencia

Cocinar y comer legumbres por lo menos tres veces a la semana es uno de los hábitos de alimentación que no puedes dejar por fuera si quieres llevar una vida más sana.

Son una fuente excepcional de nutrientes que participan en el buen funcionamiento del organismo (Robles, 2020).

Además de ser ricas y fáciles de preparar, pueden ser una gran alternativa frente a la carne.

La razón es que son una gran fuente de proteínas, fibra y muy bajas en calorías (FAO, 2016).

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5. La despensa siempre lista

Mantener siempre la despensa preparada y asegurarte de que todos los alimentos estén frescos, planear el menú de la semana y llevar siempre pequeñas porciones de frutas y verduras al trabajo o a la universidad es un excelente hábito de alimentación.

Te ayudará a llevar una dieta saludable y evitar caer en la tentación de comer dulces y alimentos procesados ricos en calorías (Betancourth, 2020).

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Consejos para incluir estos hábitos de alimentación en tu rutina

En realidad, comenzar a incluir estos hábitos de alimentación en tu rutina no tiene secretos.

Según el psicólogo BJ Fogg de la Universidad de Stanford (Godoy, 2020), para adoptar nuevos hábitos debes comenzar paulatinamente.

Primero debes incorporar pequeños cambios a tus hábitos de alimentación como comer legumbres tres veces a la semana o comer una fruta todos los días.

Cambios que no representen mayor impacto en tu alimentación.

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Luego, cuando ya hayas logrado incorporarlo y estés acostumbrado a ello, es hora de pasar a retos mayores, es decir, modificar hábitos de alimentación.

Para esto es fundamental saber qué quieres hacer. Por ejemplo, si quieres dejar de comer productos de origen animal, puedes empezar a realizar acciones que lleven a modificar tu realidad.

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Aunque no siempre será fácil, con un poco de motivación y conocimiento podrás lograr incorporar estos hábitos de alimentación a tu rutina sin mayores complicaciones.

BIBLIOGRAFÍA.

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