Meditación: consejos para iniciarte en esta disciplina milenaria
Mantener la salud y el bienestar integral en estos tiempos puede ser complicado. Las tensiones que se generan en la familia y en el trabajo a veces pueden afectar la calidad de vida.
Muchos se acostumbran a vivir con dolores de cabeza, fatigados; sin saberlo sufren los efectos del estrés. Afortunadamente, hay herramientas que te pueden ayudar a mantener tu bienestar y felicidad. ¿Sabes qué es la meditación y cuáles son sus beneficios?
La meditación es una práctica que se realiza con la finalidad de dirigir los pensamientos hacia nosotros mismos. Aunque existen diversas técnicas para meditar como la llamada meditación de atención plena o mindfulness; todas tienen como base la consciencia de la persona en el momento, el silencio y la quietud.
Aunque cada día hay más información sobre esta práctica, aún existe desconocimiento sobre sus múltiples beneficios. Por ejemplo: algunos piensan que meditar es una técnica pasiva que solo sirve para calmar la mente y relajar el cuerpo. Pero esto no es así.
De hecho, ¿sabías que los efectos de la meditación se prolongan más allá de la actividad meditativa? Quienes la practican por lo menos 30 minutos al día manifiestan beneficios cognitivos y psicológicos como la integración emocional, la autoconsciencia, la compasión y la introspección[1].
Pero los beneficios no se quedan allí. La meditación puede incrementar tu autoestima, tu sensación de bienestar y tus ganas de vivir la vida. Hacer de la meditación un hábito puede ayudarte a ser más feliz. Además, ¡no requieres invertir dinero para comenzar a practicarla!
4 beneficios que la meditación te brinda
1. La atención plena ayuda a reducir el estrés
En el año 2011, Sara Lazar, demostró que el mindfulness era efectivo para reducir el estrés[2]. Sabemos que cierta cantidad de estrés es beneficioso para dar respuesta a los desafíos del día a día.
Sin embargo, cuando el problema es muy grande o el estrés se mantiene por mucho tiempo, puede llegar a ser muy agotador y afectar tu salud. Entonces aparecen síntomas como la depresión, la ansiedad o una elevada presión arterial. Unas sesiones de meditación te ayudarán a llevar una vida más tranquila.
2. Te hace sentir bien con tu cuerpo
Cuando por cualquier razón no te sientes conforme con tu cuerpo, aumenta el nivel de ansiedad. Practicar mindfulness puede disminuir el acto de “juzgar”. Esto debido a que solo se trata de observar las emociones con lo cual puede disminuir la respuesta emocional de tu cerebro a la ansiedad y la angustia[3].
3. Aumenta tu empatía y felicidad
Al contrario de lo que se piensa, la felicidad no está en los logros personales y en recibir. Las investigaciones señalan que la verdadera felicidad viene del dar y practicar la compasión. Es cuando ayudamos a otros que la vida adquiere sentido y propósito; te sientes parte responsable no solo de tu bienestar sino del de tu prójimo y del entorno.
En este sentido, un estudio realizado demostró que la meditación de bondad amorosa ayuda a las personas a identificar mejor su propósito de vida; también a sentir más apoyo social y sentirse saludable. La meditación de bondad amorosa promueve la aceptación, la compasión, el perdón y aumenta las emociones positivas[4].
Las emociones y el pensamiento positivo te ayudan a construir recursos para toda tu vida como: el amor de la familia, fortalecer los vínculos de amistad y mayor satisfacción en tu trabajo.
4. Mejora la concentración y la memoria
En un mundo donde la información está en constante crecimiento (Internet, redes sociales) es fácil que sientas que tu atención se pierde. Precisamente este es uno de los beneficios principales de meditar, mejora tu concentración y tu memoria.
La meditación requiere un fuerte enfoque de la atención en un sonido, idea, objeto o actividad. Esta habilidad se puede trasladar a otros contextos: por ejemplo, el trabajo, los estudios, entre otros[5].
Con todos estos beneficios, vale la pena empezar a meditar enseguida. Aquí te damos algunos consejos para que incursiones en esta disciplina milenaria.
Consejos para comenzar en la meditación
1. Prepárate para meditar
- Cuida tu alimentación antes de meditar. Comer un menú compuesto por alimentos ligeros es lo aconsejable antes de meditar. Así evitarás que los procesos vinculados a la digestión interfirieran en tu capacidad de atención. También que impidan que te enfoques en la mente.
- Escoge la hora que mejor te funcione. Elige el momento del día en que realmente puedas meditar. No te dejes llevar por lo que a otras personas le funciona. Tampoco por los mitos como “la mejor hora para meditar es en la mañana”. Si meditar en la mañana te es difícil por la prisa de llegar al trabajo, hazlo por la tarde al regresar.
- Crea un espacio personal para tu práctica. Aunque no es indispensable, estar en un lugar tranquilo y cómodo para meditar te ayudará. Por eso, busca un espacio privado y silencioso para este fin. Cuando lo halles, límpialo y despéjalo. Añade una luz tenue y ciérralo con una puerta o cortina. Asimismo, prepáralo con recursos que te ayuden a meditar como música o inciensos.
2. Inicia tu meditación
- Meditación guiada. La meditación guiada facilitará tu inicio en la meditación. Podrás concentrarte en relajarte y meditar mientras que un experto te ayuda a captar imágenes mentales específicas a través de ejercicios de respiración o mantras. Puedes encontrar la guía de meditación guiada adecuada para ti en aplicaciones, podcast, videos o inscribirte en clases grupales.
- Puedes dibujar una sonrisa. Meditar puede parecer una actividad seria, pero no tiene por qué serlo al punto que te impida disfrutarla. Por eso, déjate llevar, relájate y esboza una leve sonrisa en tu rostro mientras meditas.
- Mantén la concentración. Enfocar la mente, reflexionar y experimentar el presente, eso es meditar. Para lograrlo, debes prestar atención a la respiración. Verás que es muy útil porque permite enfocar la atención. Concéntrate en cómo sube y baja tu vientre cuando esto pasa. Simplemente deja que tu cuerpo respire.
3. Finaliza tu meditación
- ¿Cómo finalizar? Elige una forma de terminar tu sesión de meditación, pero no escojas una señal brusca, abrupta o ruidosa. Considera un temporizador con una alarma suave. Una vez que suene, date el tiempo necesario para procesar tu experiencia y realizar los estiramientos que hagan falta.
¿Cómo puedes hacer de la meditación un hábito?
Para experimentar los beneficios de esta disciplina, es necesaria la práctica regular.
- Inclúyela en tu rutina diaria. La práctica hace al maestro. Si quieres llegar a progresar en esta disciplina, debes ser constante en su práctica diaria. Una buena estrategia es planificar para que la relajación pueda encajar en una rutina diaria.
- Empieza con algo fácil: En la meditación el viaje es tan importante como el destino. Si eres novato, toma tu práctica despacio y auméntala con el tiempo progresivamente. Es decir, comienza con sesiones cortas de 2 minutos. Una vez que te sientas cómodo, aumenta tu práctica a 5 minutos. Luego a 10 minutos y ve prolongando los lapsos sin forzarte.
- Acuérdate de seguir practicando aunque los efectos positivos sean pequeños. La meditación es un proceso continuo de liberación y apertura. Por esta razón, la paciencia y la tenacidad juegan un rol importante cuando de obtener resultados se trata. No te desanimes, sigue practicando aunque los efectos positivos sean pequeños.
Entonces, ¿qué estás esperando? ¡Empieza a concentrarte y a disfrutar de un mayor bienestar mental y emocional!
BIBLIOGRAFÍA.
[1] (McGreevey, 2011)
[2] (Walton, 2015)
[3] (Pillay, 2016)
[4] (Fredrickson, Cohn, Coffey, Pek, y Finkel, 2008).
[5] (Walton, 2015)