Tres consejos para impulsar la proactividad
Si quieres tomar las riendas de tu existencia y aprovechar mejor tu tiempo y esfuerzo, la proactividad es el primer hábito de vida saludable que debes fortalecer.
Da lo mismo que tu objetivo sea perder algunos kilos para sentirte más vital, lograr un mayor equilibrio emocional a través de la meditación o acercarte a una vida más saludable con una dieta basada en plantas.
Siempre hay dos opciones: eres reactivo, sigues en tu zona de confort y te limitas a desear que ocurra el cambio y esperar lo mejor. O bien, te anticipas a los acontecimientos y decides con antelación qué vas a hacer y qué harás cuando surjan las dificultades.
La decisión de introducir un cambio en tu vida es solo el principio. Lo difícil viene luego. En este artículo, te vamos a dar tres consejos prácticos para fomentar la proactividad.
1. ¡La fuerza de voluntad está sobrevalorada! Crea mecanismos automáticos
Los psicólogos hablan del fenómeno de agotamiento del ego. Cada vez que tienes que hacer un esfuerzo de voluntad o tomar una decisión, estás consumiendo parte de tu energía de voluntad.
Es por eso que, al final del día, prefieres ponerte delante del televisor que leer un libro o salir a hacer ejercicio, o tomar una bolsa de patatas en vez de comer brócoli.
¿Cuál es entonces el truco para mejorar la proactividad, mantener tu bienestar y cumplir lo que te propones? Según Baumeister (2011), debes crear mecanismos automáticos.
Por ejemplo: decide que siempre que veas unas escaleras las subirás aunque haya disponible ascensor o escaleras mecánicas. Con el tiempo, establecerás una conexión automática entre ver escaleras y subirlas.
Otro ejemplo de personajes famosos: Barack Obama y el fundador de Facebook son conocidos por ponerse todos los días el mismo traje y camiseta, respectivamente.
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Así no tienen que decidir cada mañana qué ponerse.
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2. La diferencia entre nada y todo es un poco
¿Qué significa esta frase? ¿Cómo es posible que entre todo y nada solo haya un poco? ¿Cómo es posible que entre practicar la meditación todos los días treinta minutos y no practicarla en absoluto solo haya un poco?
La paradoja tiene una solución sencilla: tienes una meta; si no haces nada, al final tienes nada. Si haces un poco hoy, le dedicas un poco mañana, un poco todos los días y al final has logrado un objetivo. Por lo tanto, un poco todos los días se convierte en todo.
Proactividad no significa ser grandioso y espectacular en tus esfuerzos. No intentes empezar a meditar una hora todos los días. Es probable que fracases.
En su lugar, empieza meditando la primera semana un minuto al día.
Después, aumenta un minuto por semana. Haz que cada esfuerzo adicional sea ridículamente fácil. En treinta semanas (algo más de siete meses), tendrás un hábito logrado que puede durar toda una vida.
Este método de mejora continua en muy pequeñas cantidades se llama Kaizen y fue inventando por los japoneses.
3. Para cultivar la proactividad, empieza con un fin en mente
Covey (2015), en su segundo hábito de la gente altamente efectiva, nos recuerda que primero hay una creación mental y después una creación física. La visión o el ideal serán al principio borrosos.
Por ejemplo, podrías decir: “Quiero comer más sano” o “quiero sentirme mejor conmigo mismo”; pero si quieres hacer que tus acciones coincidan con tus intenciones y tus valores personales, tienes que concretar más.
Hay muchas formas de clarificar tus intenciones. Podrías llevar un diario personal donde anotes tus sueños y progresos.
Si tienes inquietudes artísticas, haz un dibujo o escribe una canción sobre la meta que persigues.
Los que tienen habilidad con las palabras pueden contar una historia sobre su yo futuro ideal.
En definitiva, si quieres fomentar la proactividad en tu vida debes soñar despierto. Después, poner los pies en la tierra y dar pequeños pasos en la dirección correcta.
BIBLIOGRAFÍA.
- Baumeister R. (2011). Willpower: Rediscovering Our Greatest Strength. Penguin press.
- Covey S. (2015). Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. La revolución ética en la vida cotidiana y en la empresa. Editorial Planeta.