5 consejos para lograr el bienestar físico y espiritual
Si quieres adoptar un estilo de vida saludable, no solo debes modificar tus hábitos alimenticios. Hay muchas otras maneras con las que puedes alcanzar y cuidar tu bienestar físico y espiritual. Ten presente que un adecuado equilibrio puede ayudarte a luchar contra el estrés y lograr una mejor calidad de vida.
5 consejos para mejorar tu bienestar físico y emocional
¿Cómo haces para alcanzar el tan ansiado equilibrio entre cuerpo y mente? Pues bien, no hay una única receta. En este artículo encontrarás varios consejos que, además de ser sencillos de hacer, te ayudarán a conseguir bienestar. Claro está, siempre de acuerdo con las necesidades que tengas en ese momento.
1 – Dormir bien te ayuda a mejorar tu bienestar
A todos nos pasa, no descansar bien durante la noche puede hacer que nuestro día sea terrible. El malestar que se genera afecta la forma en cómo realizamos nuestro trabajo y nos relacionamos con los demás. Tú, más que nadie, eres consciente de ello, por lo tanto, no te produce satisfacción.
Es que no dormir bien, tanto en cantidad de horas como en calidad de sueño, perjudicará tu desempeño durante el día. Así es, el insomnio es un fenómeno cada vez más común, de manera que debes prestarle mucha atención. ¡Está comprobado! No descansar bien, afecta nuestra salud[1].
Esto debes hacer para dormir bien
- Cuida que tu dormitorio se vea agradable y sea un lugar silencioso, fresco y oscuro, ayudará a relajarte.
- Evita una cena abundante o pesada muy cerca de la hora de irte a dormir, provocará una incomodidad que te mantendrá despierto.
- Evita las bebidas con cafeína; tienen efectos estimulantes que tardan en desaparecer.
- Debes desconectarte de las luces de las pantallas de tu celular o tableta, ya que pueden provocarte alteraciones en el ritmo cardiaco[2].
2- Si quieres lograr bienestar, no puedes olvidar la actividad física
No dejes que el sedentarismo te atrape, ponte en movimiento y verás que al hacerlo te sentirás mucho mejor. ¿Por qué? Tu cuerpo liberará las hormonas que te proporcionan felicidad y bienestar: las llamadas endorfinas.
Entonces, así como dedicas tiempo a la meditación, no dejes de hacerlo con el ejercicio físico. Elige aquel que más te guste, que mejor se adapte a tu entorno, a tu edad y a tus circunstancias. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.
3 – Incluye los sonidos de la naturaleza en tu vida
Sí, son sanadores. Hay uno en especial que, según la universidad King’s College de Londres, te proporcionará bienestar durante varias horas. ¿Sabes cuál es? El canto de los pájaros.
Al exponerte a los sonidos de la naturaleza o mirar los árboles o el cielo, impactarás positivamente a tu mente. Así que, si no tienes pájaros cerca, prueba con alguna grabación[3].
4 – Piensa en tu cuidado personal
Si quieres estar bien con los demás, lo primero que debes hacer es estar bien contigo mismo. Recuerda que siempre debes priorizar tu bienestar. Entonces, para empezar, lo que puedes hacer es trabajar en tu autoestima. ¿Cuál es la mejor forma? Adopta una rutina. Por ejemplo:
- Hazte masajes faciales al levantarte, antes de lavarte la cara. Te ayudarán a eliminar tensiones y a tonificar los músculos.
- Incentiva a tu mente con música durante la mañana. Mientras te vistes, elige algunos de los temas que más te gustan.
- Para tu outfit del día, selecciona las prendas de acuerdo con los colores que te provocan bienestar. De ese modo, dejas que el color te envuelva y cambie tu estado de ánimo.
5 – No te olvides reír
Sí, con una buena carcajada liberarás tensiones, mejorarás la circulación de la sangre, potenciarás tu sistema inmunológico y ayudarás a disminuir el estrés. Así que, elige varias opciones que te sirvan para reír. Por ejemplo, sal con tus amigos, ve al teatro o cine o simplemente mira videos en Internet. La risa es sanadora y contribuye con tu bienestar.
Habrás notado que lograr un equilibrio entre lo físico y espiritual no depende de una sola cosa que hagas. De hecho, podríamos nombrarte más, pero lo cierto es que creemos que con esto ya tienes suficiente. ¿Qué esperas para comenzar?
BIBLIOGRAFÍA.
[1] (Rivera, 2020)
[2] (Villalonga, 2015)
[3] (BBC, 2018).